Davi y Goliat
Érase una vez, hace muchos años, un pueblo llamado Israel que vivía en una tierra llamada Judá. Los filisteos, que eran sus vecinos, querían luchar contra ellos, y así comenzó una gran batalla.
Los soldados de Israel estaban acampados en un lado del valle, y los filisteos en el otro. De repente, salió del campamento de los filisteos un hombre muy grande y fuerte llamado Goliat. ¡Era tan alto que medía casi tres metros!!
Goliat llevaba una armadura muy pesada y portaba una enorme lanza que parecía un árbol. Desafió a los soldados de Israel a escoger un hombre para luchar contra él en batalla.
Pero ninguno de los soldados de Israel quería enfrentarse a Goliat. Todos tenían mucho miedo de él.
Entonces apareció un joven llamado David. Él no era soldado, sino un pastor que cuidaba ovejas. Había venido a llevar comida a sus hermanos que estaban luchando en la batalla.
David se indignó al escuchar a Goliat desafiando al pueblo de Dios. Se ofreció para luchar contra él, a pesar de ser mucho más pequeño y débil que él.
David tomó cinco piedras y su honda, y se preparó para la pelea. Cuando Goliat se acercó, David lanzó una piedra que le dio en la frente y lo hizo caer al suelo. Luego, David tomó la espada de Goliat y lo hirió.
Los filisteos se asustaron mucho al ver que David había derrotado a Goliat. Los soldados de Israel estaban muy felices y agradecidos a David por haber salvado al pueblo de Dios.
Así fue como David se convirtió en un héroe para el pueblo de Israel, y su valentía y fe en Dios son recordadas hasta el día de hoy.