Mt 20: 1-16 - Versículo por versículo, ¿qué explica esta parábola sobre el Reino de Dios?
Aquí tenemos una parábola muy interesante con varios mensajes sobre el Reino de Dios, que explica el período que fue inaugurado por Jesús cuando vino a la Tierra y que terminará cuando Él regrese.
1Porque el reino de los cielos es semejante a un hacendado que salió muy de mañana para contratar obreros para su viña.
En primer lugar, vemos que el propietario salió muy temprano en la mañana para llamar a los trabajadores (los hijos de Dios) para resolver el problema que tenía, es decir, Jesús vino a contratarnos para la obra.
2. Y habiendo convenido con los obreros en un denario al día, los envió a su viña.
Las personas llamadas por el propietario, en el caso del Reino de Dios, Jesús, recibieron una cantidad especificada según lo acordado y fueron al viñedo a hacer lo que debía hacerse (Marcos 16:15).
3 Y salió como a la hora tercera, y vio parados en la plaza a otros que estaban sin trabajo;
Entonces Jesús llamó a más personas para trabajar. ¿Por qué tuvo que llamar a más personas? Simplemente porque aquellos que ya estaban allí no podían manejar el trabajo.
4 y a éstos les dijo: ``Id también vosotros a la viña, y os daré lo que sea justo. Y ellos fueron..
Nuevamente, el propietario (Jesús) llama a trabajadores para hacer lo que debe hacerse e informa que pagará lo que es justo.
5 Volvió a salir como a la hora sexta y a la novena, e hizo lo mismo.
Y así lo hizo varias veces, siempre trayendo a más personas para hacer el trabajo porque los trabajadores anteriores (cristianos e hijos de Dios) no podían terminar la tarea.
6 Y saliendo como a la hora undécima, encontró a otros parados, y les dijo: ``¿Por qué habéis estado aquí parados todo el día sin trabajar?
A las 5 p.m., que en el tiempo judío es el comienzo de la última hora del día, el dueño de la viña volvió a salir y cuestionó por qué todavía había personas ociosas que no estaban haciendo lo que debía hacerse.
7 Ellos le dijeron: ``Porque nadie nos contrató. El les dijo: ``Id también vosotros a la viña.
Así que se llamó a más trabajadores (hijos del Reino) a última hora para resolver el problema porque todos los trabajadores anteriores (cristianos e hijos de Dios) no pudieron terminar el trabajo.
8 Y al atardecer, el señor de la viña dijo a su mayordomo: ``Llama a los obreros y págales su jornal, comenzando por los últimos hasta los primeros.
Al final, con el trabajo terminado, el mayordomo llamó a todos para el arreglo de cuentas, comenzando por los que llegaron últimos porque fueron quienes se aseguraron de que se completara la tarea. Recuerden que este tiempo llegará a su fin; ahora estamos en el tiempo de la gracia, donde el Reino se está proclamando y ofreciendo a todos. Pero este tiempo llegará a su fin, y llegará otro momento en el que habrá un arreglo de cuentas.
9 Cuando llegaron los que habían sido contratados como a la hora undécima, cada uno recibió un denario.
Así que estos últimos recibieron la misma cantidad que se acordó con los primeros trabajadores.
10 Y cuando llegaron los que fueron contratados primero, pensaban que recibirían más; pero ellos también recibieron un denario cada uno. 11 Y al recibirlo, murmuraban contra el hacendado,,
Sin embargo, cuando los primeros trabajadores, que habían estado allí desde el principio, vinieron a recibir su pago, comenzaron a quejarse porque habían trabajado más tiempo que los últimos.
12 diciendo: ``Estos últimos han trabajado sólo una hora, pero los has hecho iguales a nosotros que hemos soportado el peso y el calor abrasador del día. 13 Pero respondiendo él, dijo a uno de ellos: ``Amigo, no te hago ninguna injusticia; ¿no conviniste conmigo en un denario?
El dueño de la viña luego explicó que está pagando exactamente lo acordado y no lo que cada uno piensa que es justo. Aquí tenemos un punto importante que enfatizar: la justicia de Dios es diferente de lo que los humanos consideran justo. Dios ve nuestros corazones y nuestro esfuerzo, cuánto hemos crecido y cuánto hemos producido, no solo el tiempo.
14``Toma lo que es tuyo, y vete; pero yo quiero darle a este último lo mismo que a ti.
El dueño de la viña refuerza que pagará, y está pagando, lo que es justo según su evaluación del trabajo realizado.
15``¿No me es lícito hacer lo que quiero con lo que es mío? ¿O es tu ojo malo porque yo soy bueno?
Continuando con el sermón, Dios/Jesús, como dueño de todo, da a cada uno según su capacidad y sus resultados. Quejarse y tener envidia no ayudará; tenemos que levantarnos y hacer lo que se nos pide en nuestro corazón.
16Así, los últimos serán primeros, y los primeros, últimos.
Los trabajadores que llegaron en la última hora son los que están resolviendo el problema, y serán los primeros en el Reino de Dios.